Notas de Autor:
—Vaya, vaya —decía el chico explosivo mientras leía algo en una página de internet.
Había terminado su tarea y comenzó a divagar por diferentes páginas, por lo que sin saber cómo, había llegado a una donde las personas subían historias sobre diferentes temas. Era bastante extraño para Katsuki. Parecía que ahí plasmaban sus fantasías, como tener alguna relación con su artista o héroe favorito, incluso con personajes de manga o cómics. Pero lo que más le causó controversia fue que "emparejaban" a éstos, siendo los más populares los de chico con chico.
Mientras bajaba por la página principal notó un término bastante peculiar.
"Lemon"
Sin pensarlo tanto, investigó ese término, cosa que minutos después, mientras tenía el significado en la pantalla y le daba su tercer repaso; no supo definir si se arrepentía de haberlo hecho o no, sin embargo, todo aquello le había dejado bastante pensativo también.
—¡Katsuki, Todoroki-kun ya llegó, va hacia tu cuarto! — la voz de su madre le hizo dar un brinco del susto.
De inmediato Bakugo recordó que había quedado con Shoto para hacer una tarea, cosa que hacían regularmente turnando de casa ya que querían pasar el mayor tiempo posible juntos.
Habían comenzado a salir no hace más de seis meses causando el alboroto de todo mundo, pero ahora las cosas se habían calmado, incluso sus padres —realmente les costó trabajo convencer a Endeavor—habían aceptado todo eso de su relación.
Eso sí, sus visitas estaban condicionadas, como por ejemplo que debía haber alguien en casa del otro cuando le visitaran y tener aún así la puerta de la habitación abierta.
Claro está que eso no les había impedido hacer ciertas cosas con la adrenalina al límite por el hecho de pensar en ser descubiertos. Una simple puerta abierta no detendría a sus hormonas enloquecidas.
En ese momento Bakugo escuchó los pasos de Todoroki acercarse por lo que de inmediato cerró las páginas que estaba viendo hace un momento y puso un vídeo a lo random.
—Llegas tarde bastardo— Bakugo le dijo a Shoto cuando éste cruzó el umbral de la puerta, para luego ponerse de pie y dirigirse hacia su cama donde había aventado su mochila, buscando lo necesario para aquel trabajo.
—Lo siento, pasé a dejarle unas flores a mi madre de parte de mi hermana, ya que estaba ocupada —al finalizar Shoto se acercó al rubio para depositar un suave beso en sus labios inclinándose por la posición de Bakugo en esos momentos.
—No tienes que disculparte por ello —decía un poco avergonzado Katsuki por su reacción anterior. No podía reclamarle por algo como eso, pero aún así le dio un leve golpe en su hombro a modo de juego.
—Bien, entonces comencemos —comentó Todoroki mientras se sentaba en el escritorio de su novio, mientras que éste se colocaba a su lado pues contaba con dos sillas, por obvias razones.
De vez en cuando conversaban acerca de aquél tema del cual les habían encargado hacer un ensayo; incluso por momentos se desviaban del tema tocando algunas anécdotas de su pasado. Quién diría que personalidades tan opuestas pudieran estar en completa sintonía como ellos dos.
Casi al terminar sus deberes, sin saber realmente por qué, Katsuki recordó lo que había leído justo un momento antes de que llegara Todoroki a su casa.
—Eh, mitad mitad, ¿quieres limones?
Bien, había modificado un poco la palabra, traducido literalmente más bien, pero eso no le importó pues lo que realmente quería, era ver la reacción de su pareja. Una sonrisa pícara fue compañera de aquella pregunta, si Shoto conocía ese término seguro entendería, sin embargo, casi al instante Katsuki se dio cuenta de que no era el caso por semejante cara de confusión que había puesto Todoroki.
—¿Limones? —Shoto no había captado la pregunta. No estaban comiendo nada como para que le ofreciera eso, era muy probable que le estuviera hablando en un tipo de clave, sin embargo por más que intentaba comprenderla, no le encontraba coherencia alguna.
Katsuki no pudo aguantarse la risa. Definitivamente aprovecharía la ignorancia Todoroki.
—Exactamente, entonces ¿quieres o no? —Katsuki se inclinó hacia Todoroki con una sonrisa aún en su rostro, sin embargo no obtuvo respuesta de su novio.
Shoto colocó una de sus manos sobre el pecho de Bakugo para pararle un poco. Necesitaba respuestas.
—Explícate — Bakugo miró furtivamente a la entrada de su cuarto para luego volver a ver aquellos ojos de diferente color.
—¿Y si mejor te muestro el significado? — Katsuki se acercó y besó a Shoto de primera instancia de manera lenta pues sabía que a su novio le gustaba así; pero poco a poco fue subiendo la intensidad. Notó al principio un poco de resistencia hasta que Todoroki terminó por separarse de él sólo un par de centímetros.
—Katsuki, nos va a ver tu madre —pero eso a Katsuki le importó una mierda y se inclinó nuevamente para besarle, incluso se levantó de su asiento y pasó a sentarse sobre el regazo de Shoto, acariciándole la espalda.
Pronto Todoroki cedió, ¡cómo no hacerlo!
Shoto comenzó pasando sus manos desde sus muslos, subiendo por su cadera hasta su pecho.
Esa acción sí que lo habían realizado con la puerta abierta, incluso se habían masturbado el uno al otro, sin embargo eso era lo más lejos que habían llegado.
Pero eso cambiaría ese día.
Bakugo tenía muchas cosas en la mente, cosas que quería hacerle al chico que estaba debajo de él.
Ya podía sentir cómo sus entrepiernas comenzaban a despertar, por lo que prosiguió para besarle el cuello mientras una de sus manos se colaba debajo de la camisa de Shoto, encontrando el punto que quería, sus pezones.
Notaba el gran esfuerzo que hacía Todoroki para no dejar salir ni un solo gemido y eso le prendía más, deseaba quebrar esa fuerza de voluntad y hacer que gritara su nombre a pesar de que eso conllevaba ser descubiertos.
—No entiendo la relación de tu pregunta con esto —comentaba Shoto entre jadeos, mientras le subía la playera a Katsuki y dejaba descubierto su torso.
—Paciencia imbécil —apartó su mano del pecho de Todoroki para también despojarle de su camisa.
Ambos se miraron por unos segundos antes de que comenzaran una guerra de besos, no sólo enfocándose en sus bocas si no en todo lo que éstas alcanzaran del cuerpo del otro, al igual que sus manos que jugueteaban con sus cabellos, apretaban y a veces rasguñaban sus brazos y espalda.
Por lapsos de tiempo cada uno regresaba a ver hacia la puerta, incluso a pesar de estar en aquella situación sus sentidos del oído estaban totalmente atentos a cualquier ruido extraño que les anunciara que la mamá de Bakugo se aproximaba.
Bakugo se levantó un poco para comenzar a desabrochar el pantalón de su novio, y sin ninguna duda, sacó el miembro ya bastante erecto de Shoto. Se relamió los labios sin ninguna vergüenza.
—Kats, si vas a hacer algo, hazlo rápido —Y vaya que Katsuki obedeció a la orden. Se volvió a acomodar sobre las piernas de Todoroki para comenzarle a masturbar notando que éste ya comenzaba a humedecerse.
—Estás realmente caliente, perra mitad mitad —Bakugo se acercó para morderle el labio inferior con algo de fuerza, provocando un quejido de dolor en Todoroki.
—Tú también... y no lo puedes negar —Shoto también procedió a darle placer a aquél chico explosivo, mordiendo y succionando sus pezones, mientras de igual forma abría aquél pantalón para comenzar a masturbarle.
Casi llegaba al límite, y claro, pensaba que ahí quedaría todo, ya que ese era lo más atrevido que habían hecho a puerta abierta; sin embargo no sabía qué tan equivocado estaba pues casi en el instante en que ese pensamiento cruzó por su mente, Katsuki detuvo la tarea de masturbarle, se levantó lentamente sin cortar la mirada entre ellos y se alejó unos pasos.
—El significado... ya deberías tener una idea —Todoroki miraba embobado cómo su novio se quitaba toda la ropa. Nunca se cansaría de verle. Aquél cuerpo parecía esculpido por los ángeles —se rio internamente por aquél pensamiento— pero no podía describirlo de otra forma.
Shoto observó cómo Bakugo comenzaba a tocarse, lentamente sin quitarle la mirada de encima. Le estaba provocando. Todoroki tragó saliva al ver cómo Katsuki se dirigía a su cama, se sentaba en ella, y comenzaba a masturbarse, relamiéndose los labios, mirándole tan tentadoramente.
No pudo más.
Shoto se lanzó sobre él, sin embargo no contaba con que eso Bakugo ya se lo esperaba, pues en un movimiento hizo que fuera él quien quedara acostado.
Sinceramente ya no le importaba lo que quería decir con "limones", ahora sólo estaba enfocado en su novio.
—Todo esto... —decía Katsuki mientras le quitaba a Shoto las últimas prendas que llevaba puestas —que vamos a hacer... — comenzó a acariciarle y a besarle —puede ser llamado de cierta forma. —Tan pronto como Shoto quedó sin ropa, Bakugo se posicionó de tal forma que ambos miembros rozaran, provocándoles a ambos una descarga de placer que los recorría desde la cabeza hasta la punta de los pies.
El chico explosivo comenzó a moverse de cierta manera para que esos roces fueran cada vez más continuos. Ambos hacían un enorme esfuerzo para no hacer ningún ruido extraño, aunque definitivamente era bastante complicado.
Después de unos minutos, Katsuki llevó una de sus manos cerca de su boca y escupió un poco en ella para luego comenzar a masajear ambos miembros.
Aquella vista que Shoto tenía era magnífica. No era capaz de apartar su mirada aunque de vez en cuando lo hacía —con todo el esfuerzo del mundo— para ver hacia la puerta de la habitación.
—Se llama sexo, ¿sabías? — respondió entrecortadamente Todoroki recordando aquellas palabras que había mencionado Katsuki hacía ya unos minutos atrás.
—Ya lo sé, bastardo... mitad mitad. —Contestó Bakugo en un susurro mientras abría las piernas de Todoroki poniéndose entre éstas para luego inclinarse un poco, y así quedar a la altura de su rostro —sólo es otra forma de llamarle según algunos frikis— Volvieron a besarse. Shoto aún no comprendía del todo lo que quería decirle, incluso pensó que era una excusa que se había inventado para poder hacer todas esas cosas.
Shoto comenzaba a acariciarle, mientras jugueteaba con la boca de su novio. Le volvía loco. El aroma de su cuerpo le embriagaba, nunca se cansaría de él. Le hacía experimentar demasiadas cosas al mismo tiempo. Sí, al principio todo aquello le aturdía muchísimo, y no sabía cómo alguien totalmente opuesto a él podría poner su mundo de cabeza; pero poco a poco se dio cuenta que era precisamente eso, el hecho de ser tan diferentes, lo que le había enamorado perdidamente.
De la misma forma se sentía Bakugo, ya que con solamente estar al lado de Todoroki le hacía sentir en una total calma. Parecía que sus ganas de explotar todo a su paso desaparecía para darle paso al sin fin de sentimientos que le hacía nunca querer separarse de él, de dejar a un lado su orgullo y entregarse completamente.
—Nos van.. a ver —la poca parte razonable que quedaba de Shoto trataba de tomar el control, pero mientras más besos, caricias y roces recibía de Bakugo, ésta iba desapareciendo para darle paso a una que sólo deseaba continuar; dar y recibir placer, devorarse a besos a Katsuki, hacer que no pudiera levantarse por todo lo que le haría.
Shoto intentó cambiar de posición, lo anhelaba, ya no podía aguantar más después de ceder completamente al placer, sin embargo fue retenido por Katsuki por lo que le miró confundido.
—No, bastardo, hoy al fin me toca a mi —Bakugo le miró, había decidido que en ese momento él dominaría, no es que no le gustara "recibir el amor" de Todoroki pero quería saber qué era lo que se sentía estar en el otro papel.
Esa idea realmente le excitaba, no sabía si el más alto era virgen de aquel lugar, pero eso lo descubriría pronto.
—¿A qué te refieres? —el primer pensamiento que se le cruzó por la mente es que su novio quería tener la posición de arriba, que él llevaría el ritmo y todo. Pero supo que estaba equivocado cuando sintió algo pasearse alrededor de su entrada. —¡¿Qué..?!
—Calla, idiota — Shoto no había notado cuándo Bakugo había humedecido su dedo, pero sabía lo que estaba tramando, y no estaba seguro si era buena idea o no.
—Pues es tu culpa, ¿realmente quieres...? —Hablaban en susurros mientras ambas miradas estaban en dirección a la puerta —¿...hacer esto? —esa pregunta fue malinterpretada por Katsuki quien entendió "¿realmente puedes hacer esto?" Por lo que su motivación creció aun más.
—Claro que sí, maldita sea. —Así que, sin previo aviso Katsuki metió casi medio dedo índice en aquel lugar, provocando un respingo y grito ahogado de Todoroki.
—Eres un salvaje Kats, eso lo debes hacer con delica...deza — casi de inmediato él mismo se dio cuenta de la incoherencia que acababa de decir. ¿Bakugo Katsuki no siendo salvaje? ¡Ja!— Bueno, al menos trata.
—Puedes decirlo de otra forma y lo consideraré —Todoroki comenzó a sentir el movimiento de la mano del más bajo, y ni apenas se había acostumbrado otros dos intentaban ser introducidos —¿No?
Shoto tragó pesado. Sabía bien lo que quería Katsuki.
Una gran parte de él se negaba. No era capaz de algo así pero...al final, fue demasiado el dolor que no le importó la forma en la que diría aquellas palabras.
—Sé...sé gentil conmigo, K...Katsuki-kun — Katsuki le brindó una amplia sonrisa al escucharle.
Anteriormente habían tenido una conversación casual de aquella frase, donde Katsuki le comentaba que la había escuchado un sin fin de veces de broma en algunos anime o en sus compañeros de la preparatoria cuando le hacían burla a alguien; y que le gustaría que él alguna vez se la dijera cuando estuvieran "en plena acción", pero Shoto se había negado rotundamente ya que le sonaba más para que una chica lo dijera. Además de que creía que aquello podría considerarse como un fetiche para su novio, cosa bastante peculiar a decir verdad.
Casi de inmediato Todoroki se sintió aliviado pues el ritmo de las embestidas del dedo de Katsuki había disminuido; además de que no había introducido los otros dos dedos que se encontraban jugueteando en el borde de la entrada. No aún.
—Maldita sea Shoto, eso fue realmente excitante —si era sincero, Katsuki realmente quería ir más rápido, sin embargo supuso que al atreverse Todoroki a decir aquella frase, a éste no le hacía ninguna gracia el ritmo acelerado. —Al parecer sí eras virgen, eh —Bakugo no pudo contener ese comentario, soltando una leve risa.
Shoto frunció el ceño un poco aunque no estaba enojado con Katsuki por decir eso.
—Pues claro que lo era, ¿qué pensabas? — pero bueno, Shoto no culpaba a Bakugo, nunca habían hablado del tema. Sin embargo, Todoroki pensó que si Katsuki siquiera sospechaba un poco que no era virgen al menos lo hubiera considerado en el momento de querer introducir esa cantidad de dedos a esa velocidad.
—Uno nunca sabe —poco a poco Katsuki iba aumentando el ritmo, pero vaya que le estaba costando trabajo contenerse. No había tenido aquella oportunidad y quería aprovecharla a todo lo que daba.
Pasado unos minutos Bakugo terminó introduciendo aquellos dos juguetones dedos y así pasó un momento más hasta que comenzó a sentir que la dilatación de la entrada de su novio era aceptable para dar el siguiente paso. —¿Quieres limones, mitad mitad?
Shoto ahora comprendía mejor aquella frase por lo que le había dicho anteriormente. Era una forma extraña y curiosa en la que los frikis llamaban al sexo.
Shoto sabía bien lo que se avecinaba. Estaba realmente nervioso, nunca había tenido nada dentro de él, hasta ese día. Y si con sólo aquellos dedos había experimentado cierto dolor, podía imaginarse un poco lo que sentiría con aquello.
—Dame todos los limones que tengas, Katsuki —Pero más que esos nervios, Shoto tenía deseo, quería saber qué era lo que sentía su novio cuando era penetrado. ¿Le gustaría también?
Además, creía que sería una manera interesante de descubrir el por qué era muchas veces agredido por Katsuki en esas situaciones, y así poder actuar de mejor manera para ya no provocarle dolor, si es que era posible.
—Como tú digas, bastado.
Así, de inmediato Shoto sintió sus piernas ser separadas lo más posible, y su cadera siendo levantada un poco para colocar una almohada debajo de ésta.
Los nervios aumentaron de intensidad. Poco a poco Shoto comenzó a sentir que el miembro húmedo, grande y duro de Bakugo se colaba dentro de él haciéndole arquear un poco la espalda y cerrar con fuerza sus puños y ojos.
Era incómodo, sintió que se partiría en dos cuando Bakugo de una sola estocada introdujo toda su hombría, logrando por muy, muy poco sofocar un grito de dolor apretando con fuerza los labios además de cerrar los ojos y puños como si esto ayudara a mitigar lo que estaba sintiendo.
Vaya, no había podido esperar menos, al fin y al cabo su novio no era conocido por su delicadeza.
Sentía que el dolor se esparcía por su cadera hasta llegar a su espalda y piernas. Sin embargo, casi al instante notó una leve caricia en su mejilla, y entre abrió uno de sus ojos para encontrarse con la mirada tierna de Bakugo quien también le sonreía.
Éste aún no se acostumbraba a ver a Todoroki de esa forma, debajo de él, de cierta manera frágil y a su merced. Definitivamente le encantaba, además de que se regocijaba por saber que nadie más que él podía ser testigo de aquella vista tan hermosa.
—Relájate, ¿es lo que siempre me dices no? — Todoroki al escuchar eso se daba cuenta del porqué era blanco de millones de maldiciones cada vez que le decía eso a Katsuki cuando lo veía hacer algunas muecas de dolor.
—Eso trato. Um, creo que puedes comenzar a moverte —Sinceramente Todoroki no estaba seguro de aquello, pero mientras más tiempo se tardaran, más eran las posibilidades de ser encontrados en aquella situación.
—Te daré cada uno de los limones que tengo — dijo en tono de burla Katsuki aunque si se ponía a pensar, se le hacía un poco tonta la forma en la que habían terminado llamando al sexo o cualquier cosa relacionado a ello, pero supuso que era interesante tener su propia clave.
Con cada estocada que recibía Shoto, más placer iba sintiendo, le estaba fascinando, el rubio tocaba un punto que le hacía querer gemir como nunca antes, lo que propició que llevara una de sus manos a su boca para controlarse.
Por su parte Bakugo no podía creer que estar dentro de su novio le fuera a hacer sentir demasiadas cosas a la vez. Aquel lugar estaba realmente estrecho, apretando considerablemente su miembro. Notó con gracia la mano sobre la boca de Shoto, se veía realmente exquisito, con esa capa de sudor, unas lágrimas escapando de sus ojos, el sonrojo en esa piel que le encantaba degustar y marcar cada vez que podía, su respiración agitada y gemidos ahogados. Pronto se vendría.
—¡Katsuki!, ¡Todoroki-kun! -—Ambos chicos sintieron que se les saldría el corazón al escuchar aquella voz. Sin pensarlo Bakugo aumentó la velocidad mientras comenzaba a masturbar al más alto cortando la acción de Todoroki de querer levantarse.
Definitivamente no podían quedarse a medias aunque eso significaba hacerlo al límite.
No tardaron en correrse, por lo que Katsuki tratando de sonar normal, alzó un poco la voz —¡¿Qué quieres?! —agudizó su oído, percibiendo unas pisadas. —Maldita sea.— susurró.
Ambos se levantaron de sus lugares y sin limpiarse absolutamente nada se pusieron sus ropas y sentaron en el escritorio mientras trataban de aparentar una conversación casual.
—No contestes de esa forma, maldito malcriado —Mitsuki se asomó por la puerta como para cerciorarse de que todo estaba en orden, ya que se le hacía raro que ninguno de los dos bajara por algún refrigerio o bebida. —¿Todo bien? ¿No quieren algo de beber? —ninguno de los dos se levantó o movió ya que Todoroki sentía cómo la esencia de su novio comenzaba a fluir y seguramente estaba manchando su ropa interior y pantalones; y por su parte Bakugo tenía su playera totalmente mojada por el sudor y restos del semen del bicolor.
Afortunadamente estaban de espaldas a la puerta y muchas de esas cosas no las alcanzaba a ver su madre.
—Eh, sí todo bien, simplemente nos concentramos mucho en este ensayo y se nos fue el tiempo, en un momento bajamos —contestó Todoroki fingiendo escribir algo en su cuaderno y revisar alguno de los libros que estaban abiertos sobre el escritorio.
Algo se le hacía sospechoso a Mitsuki pero lo dejó pasar, podía desconfiar de su hijo pero no de Todoroki.
—Les prepararé una limonada —dicho esto se pasó a retirar mientras ambos chicos no pudieron evitar mirarse de una forma provocativa ante ese comentario.
—Y dime Katsuki, ¿quieres limonada?, creo que estás muy, muy sediento.
Bakugo sintió un escalofrío recorrer su columna al notar el tono de voz de Shoto.
Había creado a un monstruo.
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